Meditación en la renuncia al sufrimiento y sus causas…

Enseñanza por Yangsi Rinpoché

Edición por Gloria Vargas

La renuncia desde la perspectiva budista es la determinación de no tan solo liberarnos del sufrimiento sino también de sus causas. Esto requiere de gran valor y esfuerzo y necesitamos entender cómo es posible liberarnos del sufrimiento y sus causas. La renuncia requiere de una actitud que acepta que el trabajo duro tenemos que hacerlo individualmente. Hace ya varios años le pedimos a nuestro Maestro, Yangsi Rinpoché, que nos hablara de la meditación en la renuncia y la compasión. Entendemos que las palabras de Rinpoché son de un valor inmensurable, ahora más que nunca.

He aquí su mensaje:

La meditación en la renuncia es una meditación básicamente relacionada con las Cuatro nobles verdades. Particularmente la primera y la segunda noble verdad se convierten en parte de la meditación en la renuncia.

Cuando decimos meditación en la primera noble verdad, nos referimos a la verdad del sufrimiento -el sufrimiento existe. Así que nuestra posicioón tiende a ser “yo prefiero no meditar en la verdad del sufrimiento, porque es tan fuerte, difícil. Es un reto.”

Así que no se trata de recordarnos del sufrimiento, del dolor y de la incertidumbre. Cuando meditamos en la primera noble verdad no se trata necesariamente de repasar los sufrimientos. ¡No! ¿Por qué vamos a querer repasar los sufrimientos cuando sin invitarlos ya esos sufrimientos llegan? ¿Por qué traerlos a la meditación? Así que realmente cuando hablamos de la meditación en la renuncia, o meditación en la primera noble verdad, hablamos de ¿qué voy a aprender de esto? La meditación en la renuncia no es una meditación sobre la historia del pasado y tampoco lo es sobre lo que está pasando en el momento. Es más sobre el futuro. La meditación en la primera noble verdad, la verdad del sufrimiento, nos lleva a pensar hacia dónde llevo este sufrimiento. Se trata de transformar el pasado y el presente hacia un futuro mejor. Eso creo que es la base de la meditación en la renuncia. A veces decimos “yo me siento estancado y no quiero sentirme estancado.” La meditación en el sufrimiento no es que quieras sentirte estancado. Te quieres mover hacia adelante. La meditación en la renuncia es sobre cómo moverte. No es sobre cuanto duele el sufrimiento. No es una reflexión sobre el sufrimiento, sino cómo voy a moverme hacia el frente, cómo voy a adelantar, cómo voy a progresar. De eso se trata la meditación en la renuncia. Muchas veces el sufrimiento crea un tipo de imagen o una realidad que me hace pensar que no puedo salir de ella. Que estoy totalmente perdido. Nos hace sentir que no podemos salir y verdaderamente pensamos que no podemos. Desde la perspectiva de la situación te visualizas estancado. La meditación en la renuncia no es para sentirte triste contigo mismo, apenado o negativo hacia ti. Por el contrario, es construir una nueva voluntad, un nuevo deseo. Usamos la palabra renuncia para crear una nueva rueda. La palabra renuncia quizás tenga una connotación distinta cuando la escuchas, pero el significado esencial de la palabra es crear una nueva esperanza, una nueva voluntad, independientemente de cuánto duela el sufrimiento. Así que es sobre eso que meditas para generar un nuevo deseo, una nueva inspiración. Un nuevo deseo para moverte, para progresar independientemente de cuan duro y difícil es este samsara. Se que es fácil decirlo, pero creo que la pregunta es ¿seré yo capaz de hacer esto? ¿Tendré yo las condiciones para hacer esto? ¿Tendré la fuerza para hacer esto? Todos tenemos la misma capacidad para realizar ese cambio, ese movimiento, ese progreso. Pero tenemos que creer. Esa es la buena noticia. La mala noticia es que tenemos que crear las condiciones. Tenemos que cultivar esas condiciones. Así que no sé, quizás la mala noticia es una buena noticia.

La meditación en la renuncia es cultivar presencia mental de tu sufrimiento -la conciencia mental del dolor. Cuando vas a través de estas dificultades y de este dolor usualmente caemos en un estado mental de desesperanza, un estado mental de sentirnos estancados. Aquí la conciencia o la presencia mental trata de observar y crear espacio. No es brincar en el torbellino y llegar a una conclusión. La renuncia se trata de cuidadosamente escuchar tu dolor y profundamente buscar, mirar y observar ese dolor. Cuando digo mirar, es mirar sin reaccionar inmediatamente, pero de primera instancia es como la respiración. Cuando estas luchando, la respiración te da algún tipo de espacio y de la misma manera la meditación en la renuncia es proveer ese espacio para ti. La pregunta sería, ¿cuándo hago la meditación en la renuncia? Cuando me siento realmente abrumado, es cuando necesito permitirme a mí mismo hacer la meditación.

¿Cómo hago esta meditación? No es ignorando, ni interviniendo, ni involucrándote con el dolor. Se trata de construir la conciencia mental sin reaccionar y así creamos una nueva inspiración, una voluntad sin sentirnos estancados.

Primeramente, evita reaccionar al temor o a la paranoia. Observa. Siempre hay temor a ese sufrimiento. Tenemos que provocar valentía, determinación. No saber qué hacer crea un gran temor. La incertidumbre trae temor. No podemos perdernos en el sufrimiento o en el dolor. La meditación en la renuncia es una forma de crear valentía dentro de tu vida y que te sirva de fundamento para crear la inspiración que trae el deseo de transformar.

Comienzas la meditación observando y no reaccionando.

A mitad de la meditación llegas al entendimiento de que la situación no era tan difícil como pensabas al principio. Te abres.

Aquí tiene que surgir la auto compasión, que no es pena hacia ti. Ves que hay una forma de sobreponerte.

Renuncias a algo y cambias algo. Este este es el “plan B” del samsara. Trasciendes el “plan A.” Esta meditación es de la naturaleza de la esperanza no de la desesperanza.

Cultivas un sentido de “yo” mucho más positivo. No se trata de una imagen sino del potencial. Imagen es un nivel muy burdo. No hay profundidad en esa forma de pensar. Una forma más madura es pensar en el potencial. Mira tu potencial positivamente.

En el lamrim primero meditamos en nuestro preciado renacimiento humano -lo preciado de tu existencia. Cultivamos una perspectiva positiva de nosotros mismos. Si no tenemos una conexión positiva la meditación en la renuncia se torna inefectiva. Muchas veces estamos tan atados a nuestras aflicciones y engaños que conectamos con nuestro “yo” de una forma muy negativa.

Literalmente, es renunciar al engaño de las aflicciones. Estamos tratando de crear una perspectiva positiva de nosotros mismos. La meditación en la renuncia trata de hacer surgir una perspectiva positiva de nosotros mismos contrario a la tendencia que tenemos. Solemos ser muy duros. ¿Por qué soy tan fuerte conmigo mismo? Quizás porque la vida se trata de la primera noble verdad del sufrimiento.

Para hacer la meditación primeramente tomamos refugio en Buda, Dharma y Sangha, y luego generamos una mente no agitada. Esto tiene dos capas. Primero, el nivel burdo que reconocemos fácilmente. Luego existe el nivel sutil -esa corriente subterránea. Te tratas de calmar y surge esa agitación sutil. Como cuando vas a dormir y surgen distracciones. Calmas esa agitación sutil usando la respiración. Esto lo logras con el adiestramiento, la consistencia, la continuidad de tu práctica. Una vez contrarrestas esa mente agitada sutil meditas en tu preciado renacimiento humano. Luego creas el deseo, la voluntad hacia aquello que vas a transformar -a purificar. Una inspiración de lo que puedo aspirar para tener una vida con significado.

Buscamos cuál es el propósito de mi vida. Todos nos lo preguntamos. ¿De qué se trata esto? Este tipo de pensamiento se puede mantener neutral, o moverse a una perspectiva positiva o muy positiva. Así logramos ver que el propósito de la vida no es material -es espiritual. Podemos mirar a más largo alcance, más profundo. Sigues profundizando. Tienes fortaleza para ver los distintos niveles de sufrimiento -sufrimiento del sufrimiento y el sufrimiento del cambio (según la primera noble verdad).

El temor surge del apego, de las expectativas. La renuncia es otro tipo de propuesta para vivir en el samsara. La propuesta es que sí se puede vivir en el samsara sin temor, y la respuesta es que se puede a través de la renuncia. Por eso no podemos continuar sin renuncia.

Mediante la meditación en la renuncia te estás preparando para la compasión. Cuando abres el corazón hacia ti mismo eres capaz de conectar con otros. Puedes generar compasión hacia otros. Esto nos trae a la meditación en la compasión. Esto crea valentía.”

Hasta aquí la primera parte de esta enseñanza impartida por Rinpoché. En una próxima edición les traeremos la segunda parte -la meditación en la compasión. Con la motivación de bodhichita, la renuncia nos lleva hacia el deseo de liberar a todos los seres del sufrimiento del samsara y sus causas. ¡Hasta pronto!